Un viajero muy cansado llegó a la orilla de un río y se percartó que no había un puente por el cual se pudiera cruzar. Era invierno y la superficie se hallaba bastante congelada ... Como obscurecía cada vez más deseaba llegar pronto al pueblo más cercano. Mientras hubiera suficiente luz para distinguir el camino, la aprovecharía. Antes de cruzar, observó un largo rato el río y llegó a preguntarse si el hielo sería lo suficientemente fuerte como para soportar su peso. Viajaba solo y no había nadie más en los alrededores ... Pensaba que una fractura y caída en el río helado significaría su muerte; pero pasar la noche en ese hostil paraje representaba también el peligro de morir por hipotermia. Por fin, después de muchos titubeos y miedos, se arrodilló y comenzó muy cauteloso a arrastrarse por encima del hielo. Pensaba que al distribuir el peso de su cuerpo sobre una mayor superficie, sería menos probable que el hielo se quebrara. Después de haber recorrido la mita...
textos para meditar y reflexionar