El año pasado, en la época de Halloween, me enviaron una invitación para que asistiera a un carnaval auspiciado una organización dedicada a ayudar a niños con SIDA. Decidí ir porque realmente me importaba y me sentí mucho más agusto estando ahí ... Había múltiples carpas para entretenimiento de los asistentes y una en particular me atrajo por la cantidad de niños que se congregaban allí. En esta carpa, todo el que quisiera podía pintar un cuadrado de tela ... Más adelante cada uno de éstos formaría parte de un cubrelecho, ya que éste se estaba elaborando para obsequiárselo a un señor que había dedicado buena parte de su vida a la organización y estaba a punto de retirarse. A cada niño le daban un juego bellísimo de colores fuertes, y le pedían que pintara lo que quisiera, para que el cubrelecho se viera muy lindo. Al mirar a mi alrededor pude observar que todos los cuadrados de tela estaban con corazones rosados y nubes azules luminosas, amaneceres color naranja y bellas flores v...
textos para meditar y reflexionar