Durante una tarde fría, próxima a la navidad, había un grupo de niños jugando alegremente a hacer muñecos y pelotas con la nieve. Entre ellos estaban Carlos y Luis quienes se lanzaban los copos de nieve una y otra vez, provocando risas entre los demás niños. Llegó la noche en donde reinaba la alegría y las ganas de compartir en familia y amigos; pero por allí cerca había un anciano muy gruñón a quien no le gustaba la alegría de los niños y menos la navidad, así que les gritó: -"¡Fuera de mi camino!", asustándolos a todos; pero Luis se acercó despacio, lo miró y le dijo al abuelo: -"Feliz navidad" y lo abrazó fuertemente, lo cual conmovió el duro corazón del anciano, que dicho sea de paso, era muy rico; pero solitario. El abuelo se puso tan feliz por ese gesto que decidió ponerse el traje más elegante que tuvo y salió por las calles a comprar muchos juguetes con su dinero para repartirlos como nadie lo había hecho hasta entonces, haciendo felices a muchos niños del...
textos para meditar y reflexionar