Hace mucho tiempo Dios ofreció una fiesta a todas las virtudes; grandes y pequeñas, humildes y heroicas ... Todas ellas se reunieron en una sala del cielo espléndidamente decorada y no tardaron en disfrutar de la fiesta ya que todas se conocían entre sí, e incluso algunas de ellas mantenían estrechas relaciones. De pronto, Dios reparó en dos hermosas virtudes que no parecían conocerse y daba la sensación de encontrarse incómodas la una junto a la otra. De modo que tomó a una de ellas y se la presentó formalmente a la otra: -"Te presento a GRATITUD", dijo Dios y luego continuó: "Ésta es CARIDAD". Pero, en cuanto Dios se dio la vuelta para atender a otros invitados; ellas se separaron ... Así es como ha circulado la historia de que ni siquiera Dios puede hacer que donde haya gratitud haya también caridad. Anthony de Mello
textos para meditar y reflexionar