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Mostrando entradas de enero, 2016

ABRIENDO PUERTAS

En tiempos de guerra, había un rey que causaba espanto ... A sus prisioneros no los mataba, sino más bien los llevaba a una sala donde había un grupo de arqueros de un lado y una puerta inmensa de hierro del otro, sobre la cual se veían grabadas figuras de calaveras cubiertas de sangre. En esta sala les hacía formar un círculo y les decía: -"Ustedes pueden elegir entre morir a flechazos por mis arqueros o pasar por aquella puerta. Detrás de esa puerta ... ¡YO LOS ESTARÉ ESPERANDO!" Todos elegían ser muertos por los arqueros. Al terminar la guerra, un soldado que por mucho tiempo había servido al rey, se dirigió al soberano: -"Señor ¿Puedo hacerle una pregunta?". -"Dime soldado". -"Señor ¿Qué hay detrás de la puerta?"  El rey contestó: -"¡Ve y mira tú mismo!" El soldado abrió temerosamente la puerta y, a medida que lo hacía, rayos de sol entraron, la luz invadió el ambiente y finalmente sorprendido, descubrió ...

ARTABÁN, el cuarto Rey Mago

Melchor, Gaspar, Baltazar y Artabán, eran cuatro ilustres magos del Oriente a los que les encantaba observar las estrellas. Un día descubrieron a una muy diferente al resto y tras varios estudios, llegaron a la conclusión de que esa estrella les marcaba un camino que terminaba en Belén, lugar en donde estaba a punto de nacer el niño Jesús.   Los cuatro magos decidieron partir de inmediato hacia allí. Pero antes, debían reunirse en un punto concreto de Babilonia, para ir todos juntos. Melchor llevaría oro. Gaspar, incienso, y Baltazar, mirra. Artabán decidió llevar como regalo unas piedras preciosas: Un diamante, un rubí y una perla. Pero de camino a Babilonia, Artabán se encontró con un pobre hombre al que habían asaltado unos bandidos. Conmovido, le entregó el diamante. Cuando llegó al punto de encuentro, los otros magos habían partido hacia Judea. Él fue detrás, pero al llegar allí, tampoco estaban. En su lugar, se encontró con un panorama desolador: Herodes había...