Era una noche invernal de mucho, mucho frío ... El viento helado silbaba con fuerza. La tierra estaba congelada y cubierta con una gruesa capa de hielo y nieve. En tiempos como este, lo mejor era quedarse en casa junto a la chimenea... Samuel, el joven pastor, había oído a gente hablar sobre el nacimiento de un niño en un establo bastante cerca de su casa. Como ese era un día tan frío, él pensaba: "¡Pobre bebé, en un establo ... con este frío, se va a congelar!". Él había nacido en verano, cuando las rosas estaban floreciendo ... Muchísimas personas llegaron con regalos el día que nació. ¡Todos querían conocerlo! El sol lucía con fuerza y el buen tiempo animaba a los vecinos a acudir a su casa. Pero ahora... todo era tan gris y frío. Así que se preguntó si el niño en el establo tendría alguien que lo visitara. Al parecer, los padres del recién nacido no eran de esta zona y no conocían a nadie. Decididamente, Samuel deseaba ir a visitar el nuevo bebé en el establo. ...
textos para meditar y reflexionar