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Mostrando entradas de diciembre, 2021

EL AÑO VIEJO

Un 31 de diciembre como cualquier otro. Pablito estaba cenando en la casa de su tío, junto a su familia. Allí estaban los abuelos, los primos, los tíos y muchas otras personas que tenían parentesco con él. Los más chicos jugaban y correteaban, los más viejos estaban en cómodos sillones y el resto deambulaba por ahí, riendo, charlando, bebiendo y comiendo. A lo lejos se escuchaba, cada tanto, algún petardo y de cuando en cuando un fuerte sonido sobresaltaba a los distraídos. Faltaba poco para las doce de la noche. Pablito jugaba y corría con el resto de los chicos, cuando vio una figura que no le resultó familiar: Era un viejo, pero no se encontraba en un sillón como los demás. Estaba sentado lejos y solo, casi en el borde del enorme jardín, dando la espalda a la muchedumbre, contemplando quién sabe qué. Pablito se apartó de los otros chicos para aproximarse al anciano. Fue caminando despacio, casi con miedo, hasta estar lo suficientemente cerca. -"¿Cómo te llamas?...

CUANDO LE ESCRIBÍA A SANTA

Querido Santa: "No sé si de niña te pedí mucho o te pedí poco. Tampoco sé si creía en algo más. No sé que tanta ilusión tenía, ni sé qué esperaba de la vida y de las personas, porque nunca me lo cuestionaba ... Creo que la vida de los niños es así. Recuerdo no haber necesitado mucho para que la vida me pareciera increíblemente mágica. No recuerdo cuándo dejé de hacer cartas o cuándo dejé de colocar una bota en el árbol para que apareciera llena. Sólo sé que el recuerdo de todo eso, me endulza la vida. Era una época en la que los sueños se cumplían y que la gente podía tener momentos felices. En fin, ahora de grande, sólo quiero decirte que no se me olvidó escribirte, sino que ahora esa carta es diferente. Hoy no te pediría nada que se pueda comprar con dinero. Hoy quisiera volver a creer (como cuando era niña) en las personas, en los milagros y en que el mundo puede ser mejor. Hoy quisiera que la Navidad realmente fuera el nacimiento de algo nuevo dentro de mí, que sea...

CARTA DE SANTA CLAUS AL NIÑO DIOS

Mi querido y precioso Jesús: Yo no quería tomar tu lugar. Yo sólo quería dar juguetes y cosas que trajeran mucho amor y alegría. La gente me da las listas de deseos y esperan que se hagan realidad; pero tú escuchas las oraciones del corazón y conoces sus pensamientos y necesidades más profundas. Los niños tratan de ser buenos y paran de llorar cuando estoy por llegar a sus casas; pero tú siempre eres bueno conmigo y con todos; siempre nos regalas una sonrisa y limpias nuestras lágrimas. Yo les dejo sólo una bolsa de juguetes y alegría temporal; pero tú dejas un corazón lleno de amor. Tengo un montón de seguidores y lo que uno podría llamar fama; pero yo nunca curé a un ciego o a un cojo, ni reviví muertos, como lo hiciste tú. Tengo rosadas las mejillas y una voz llena de risa; pero no clavos ni cicatrices en mis manos o la promesa de otra vida, como tú.  Tú puedes encontrar varios como yo en las ciudades o en un centro comercial; pero sólo hay un omnipotente como tú par...