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Mostrando entradas de abril, 2013

LA CARA PERFECTA

Había una vez un muñeco de papel que no tenía rostro. Estaba perfectamente recortado y pintado por todo el cuerpo, excepto su cara. Pero tenía un lápiz en la mano, así que podía dibujar la que quisiera ... Por eso se pasaba el día preguntando a quien encontraba:   "¿Cómo es una cara perfecta?" -"Una que tenga un gran pico", respondieron los pájaros. -"No, que no tenga pico", dijeron los árboles. "La cara perfecta está llena de hojas". -"Olvida el pico y las hojas", interrumpieron las flores. "Si quieres una cara perfecta, tú llénala de colores".  Y así, a todos los que encontraba, fueran animales, ríos o montañas; lo animaban a llenar su cara con sus propias formas y colores. Pero cuando el muñeco se dibujó un pico, hojas, colores, pelo, arena y mil cosas más; resultó que a ninguno le gustó aquella cara ... ¡Y ya no podía borrarla!  Pensando en la oportunidad que había perdido de tener una cara perfecta, el muñeco se ...

LA MARIPOSA Y LA ESTRELLA

Cuenta la leyenda que una joven mariposa, de cuerpo frágil y sensible volaba por la tarde jugando con el viento, cuando de pronto vio una estrella muy brillante ... Y se enamoró. Excitadísima, regresó inmediatamente a su casa; loca por contarle a su madre que había descubierto lo que era el amor ...  -"¡Que tontería!". Fue la fría respuesta que escuchó. "Las estrellas no fueron hechas para que las mariposas puedan volar a su alrededor. Búscate un poste o una pantalla, y enamórate de algo así. Para eso fuimos creadas". Decepcionada, la mariposa decidió ignorar el comentario de la madre y se permitió volver a alegrarse con su descubrimiento. "Que maravilla poder soñar", pensaba. La noche siguiente, la estrella continuaba en el mismo lugar, y decidió que subiría hasta el cielo y volaría en torno a aquella luz radiante para demostrarle su amor ... Fue muy difícil sobrepasar la altura a la cual estaba acostumbrada; pero consiguió subir algunos me...

EL SECRETO DE LA FELICIDAD

Un mercader envió a su hijo con el más sabio de todos los hombres para que aprenda cuál es el Secreto de la Felicidad. El muchacho anduvo durante cuarenta dí­as por el desierto hasta llegar a un bello castillo en lo alto de una montaña ... Allá viví­a el sabio que buscaba. No obstante, en lugar de encontrar a un hombre santo, nuestro héroe entró en una sala en donde vio una enorme actividad: Mercaderes que entraban y salí­an, personas conversando por los rincones, una pequeña orquesta tocando suaves melodías y una mesa bien servida, con los más deliciosos platos de aquella región del mundo.  El sabio conversaba con todos y el muchacho tuvo que esperar durante dos horas para ser atendido. Con mucha paciencia, el sabio escuchó atentamente el motivo de la visita del chico, pero le dijo que en ese momento no tení­a tiempo para explicarle el secreto de la felicidad. Le sugirió que diese un paseo por su palacio y regresase al cabo de dos horas. -"De todas maneras, voy...

EL AMOR LO CURA TODO

Una niña que recibió una brutal paliza por parte de sus padres y como resultado, perdió el movimiento de todo el cuerpo. Ni siquiera conseguía hablar. Internada en un hospital, la cuidaba una enfermera que a diario le decía: "Te quiero mucho". Aunque los médicos le aseguraban que la niña no podía escucharla y que sus esfuerzos eran inútiles, la enfermera le seguía repitiendo: "Yo te quiero mucho, ¿Sabes? ... No te olvides".  Tres semanas después, la niña había recuperado el movimiento. Cuatro semanas más tarde, volvía a hablar y a sonreír. La enfermera nunca dio entrevistas y el periódico que contó su historia nunca publicó su nombre; pero queda registrado aquí para que no lo olvidemos nunca. El amor cura. El amor transforma; pero, a veces, lo confundimos. Nos tiende trampas mortales y termina destruyendo a la persona que decidió entregarse por completo. .

EL VALOR DE UN SALUDO

Cuenta una historia que un hombre trabajaba en una planta empacadora de carne en Noruega. Un día, terminando su horario de trabajo, fue a uno de los refrigeradores para inspeccionar algo que le faltaba ... Para su mala suerte se cerró la puerta con el seguro y se quedó atrapado por dentro.  Desesperado, golpeó fuertemente la entrada y empezó a gritar una y otra vez, pero nadie lo escuchaba. La mayoría de los trabajadores se habían ido a sus casas, y era casi imposible escucharlo por el grosor que tenía esa puerta. Llevaba cuatro horas en el refrigerador y se sentía ya, al borde de la muerte, sin esperanzas de salvación. De repente y para su inmensa alegría, se abrió la puerta. El guardia de seguridad entró y lo rescató. Después de esta gran hazaña, todos le preguntaban asombrados: -"¿A qué se debe que se le haya ocurrido abrir esa puerta; sino era parte de su rutina de trabajo?". Él explicaba:   -"Llevo trabajando en esta empresa casi 25 años; ci...