Un hombre entró en un local y vió a un señor en el mostrador, maravillado con la belleza del lugar, preguntó:
-"Señor, ¿Qué se vende aquí?"
-"Los dones de la vida", le respondió el señor.
-"¿Cuánto cuestan?", volvió a preguntar.
-"¡No cuestan nada! ... ¡Aquí todo es gratis!"
El hombre contempló el local y vió que habían jarros de amor, frascos de fe, paquetes de esperanza, cajitas de salvación, mucha sabiduría, fardos de perdón, paquetes grandes de paz y muchos otros dones.
El hombre, maravillado con todo aquello, pidió:
-"Por favor, quiero el mayor jarro de amor, todos los jarros de perdón y un frasco grande de fe, para mí, mis amigos y familia".
Entonces, el señor preparó todo y le entregó un pequeño paquetito que cabía en la palma de su mano.
Incrédulo, el hombre dijo:
-"Pero, ¿Cómo puede estar aquí todo lo que pedí?".
Sonriendo, el señor le respondió:
-"En el local de la vida no vendemos frutos ... Sólo semillas ... ¡Plántelas!".
Dependiendo de su siembra será su cosecha...
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