Alice's Historias

La trágica muerte de Amanda Todd, de 15 años de edad, se produjo un mes después de que la joven estudiante colgase un video en YouTube en el que, sin pronunciar una palabra, simplemente con tarjetas escritas, explica el acoso que sufría desde hace tres años. En el video, de 9 minutos Amanda explica que cuando tenía 12 años un hombre la contactó a través de una video llamada que hizo y la convenció para que le enseñase los pechos por internet. Fue algo totalmente absurdo para ella; pero ese hecho marcó su vida para siempre ... Un año después, el desconocido la volvió a contactar a través de Facebook y demandó que se desnudase en frente de la cámara a cambio de no publicar las imágenes de su primer encuentro. Ella se negó y al poco tiempo, la policía se presentó de en su casa, para informar a los padres, que sus fotos ya habían sido distribuidas a sus profesores, amigos y familiares. Amanda describe en el video la ansiedad, depresión y pánico que le causó la publicación de su image...

Un duro día de invierno, llamaron a mi puerta y al abrir me encontré con un extraño. No lo había visto en mi vida pero él parecía conocerme ... Hasta me llamó por mi nombre ... -"Sí, soy yo ¿Y usted, quién es?" -"Mi nombre es CÁNCER y vengo para quedarme". -"¡Pero, que dice! ¿Cómo para quedarse? ¡Pero si yo ni siquiera lo conozco! ¡Debe haber un error!" -"No, no hay ningún error. Es usted a quien busco". Entonces yo muy segura de mi respuesta, le dije: -"¡No se acomode mucho, porque su estancia en este hotel será muy breve!".

Cuando llegaron al bosque, el maestro arrojó una moneda de oro al fondo del río. El discípulo, creyendo que se trataba de un manantial de los deseos, se dispuso a hacer lo mismo, pero la mano del sabio detuvo su acción: -"Nunca olvides que existen cuatro cosas en la vida que jamás se recuperan: • La piedra, después de arrojada. • La palabra, después de ser proferida. • La ocasión, después de perdida. • El tiempo, después de pasado". Durante un largo rato, ambos callaron y vieron pasar el agua ... Agua que nunca más volvería ... El discípulo, inmerso en este pensamiento, se atrevió a romper el silencio: -"¿Por qué ha arrojado algo tan valioso al río, maestro?. No le veo sentido". -"Para que recuerdes que esta lección no tiene precio", contestó el sabio.

Un estudiante de artes marciales se acercó a su maestro con una pregunta: -"Quisiera mejorar mi conocimiento de las artes marciales ... Además de aprender con usted, quisiera estudiar con otro profesor para aprender un estilo diferente". "¿Qué piensa de esta idea?”. -"El cazador que persigue dos conejos. No atrapa ninguno", contestó el profesor.

Las siguientes palabras fueron escritas en la tumba de un obispo anglicano (1100 D.C.) en las criptas de la Abadía de Westminster: "Cuando era joven y libre. Mi imaginación no tenía límites, soñaba con cambiar el mundo. Al volverme más viejo y más sabio, descubrí que el mundo no cambiaría; entonces acorté un poco mis objetivos y decidí cambiar sólo a mi país. Pero también; él parecía inamovible. Al ingresar en mis años de ocaso, en un último intento desesperado, me propuse cambiar sólo a mi familia, a mis allegados; pero, por desgracia, no me quedaba ninguno. Y ahora que estoy en mi lecho de muerte, de pronto me doy cuenta: Si me hubiera cambiado primero a mí mismo ... Con el ejemplo habría cambiado a mi familia. A partir de su inspiración y estímulo, podría haber hecho un bien a mi país y, quién sabe, tal vez incluso habría cambiado el mundo". • Ver video •