Un día cuando tenía el corazón roto, mamá se acercó y dijo:
—"Hay que darle siempre al tiempo, el beneficio de la duda".
Obviamente en ese momento no tenía sentido porque yo estaba enamorado hasta los huesos y solo quería estar con esa persona, no me veía con nadie más, no quería a nadie más.
Pero después, mucho después, cuando te desenamoras tantito, cuando te esforzaste en sanar y cuando dejaste de ser tan terco; ahí es cuando entiendes que mamá tenía razón, porque si el amor de tu vida se va, es sólo la vida diciéndote que vendrá un amor mejor.
Mamá tenía razón.
Comentarios
Publicar un comentario