Érase una vez una preciosa princesa que buscaba con quien casarse. Su padre le presentaba nobles y príncipes de todos los reinos cercanos, pero ella quería encontrar el amor verdadero. Por eso, propuso al rey que se casaría con aquel joven (noble o no) que se quedara durante un año al lado del muro de su habitación, esperando que ella lo eligiera. De esa forma conocería a la persona capaz de dejarlo todo por su amor, el joven que de verdad la quisiera con todo su corazón. Así, el rey hizo el anuncio y se presentaron miles de jóvenes. Todos llegaron con mucho ánimo, pero enseguida comenzó el frío invernal, y la falta de alimentos y cobijo hicieron que muchos de los pretendientes decidieran que el amor de la princesa no valía la pena y pronto se marcharon a sus casas. Cuando llegó el verano, la comida y el agua eran prácticamente inexistentes, y el calor hizo que casi todos se marchasen finalmente a sus hogares. Solo un joven decidió quedarse, ya que amaba en secreto a la pri...
textos para meditar y reflexionar
Una respuesta acertadísima pues cada día que pasa nos acercamos más a la muerte.........Es cómo subir por una escalera al último piso (cada cual tiene designado ese último piso)y cada peldaño subido nos acerca más a ese último piso, y no hay ninguna posibilidad de dejar de subir.Besotes
ResponderEliminarUna muy buena respuesta desde que nacemos empezamos a morir.
ResponderEliminarCariños que tengas un lindo fin de semana.
La fe en creer algo que está para los demás, justamente eso... "demás". La fe ayuda mucho. Esa fe es la que necesitamos. Gracias por la reflexión!
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