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Mostrando entradas de agosto, 2023

EL GRANJERO CRITICÓN

Había una vez un par de granjeros. Ambos compraron un terreno que colindaba uno con otro. Faltaban algunos meses para iniciar la cosecha y a ambos les urgía terminar su casa para poder concentrarse en la siembra. Obviamente el que fuera más rápido y hábil, terminaría antes y llevaría una ventaja con respecto al otro para empezar a sembrar y que su producto estuviera listo y a tiempo para ser vendido en el pueblo. Los dos granjeros empezaron la construcción de su casa ... Conforme pasaban los días, uno de ellos tomó ventaja, sobre el otro.  El granjero que se estaba quedando atrás, empezó a desesperarse pues el otro, muy habilidoso cada vez avanzaba más y más. Al desesperarse, dejó de concentrarse en su objetivo y empezó a tratar de distraer a su vecino criticando lo que hacía. —"Ten cuidado, la casa te está quedando chueca". "¿Estás seguro que quieres usar ese material?". "Si yo fuera tú usaría mejor otro que dure más". "No hagas eso, ¿que...

LA HOJA QUE NO QUERÍA AGUA

Érase una vez un árbol muy joven, del que se esperaba que cuando fuera mayor, diera hermosos y buenos frutos. Este árbol apenas tenía cuatro hojas, cuatro bonitas hojas, verdes y resplandecientes. Un día, las cuatro hojas tuvieron una reunión de grupo para tomar acuerdos de cómo conseguirían lograr tal proyecto. Una de ellas, la que se encontraba más arriba del árbol, les dijo a las otras tres: —"Yo quiero seguir unida al mismo árbol que ustedes. Pero, en lo sucesivo, no quiero recibir agua porque está muy fría. Ni tampoco recibir el sol, porque quema. Por eso, me voy a poner un paraguas, que abriré cuando llueva o haga sol, y lo cerraré cuando esté el aire fresco". A las otras tres hojas, no les pareció buena la idea, pues se dieron cuenta de que cuando abriera el paraguas, no sólo no iba a recibir ella el agua ni el sol, sino que tampoco se los dejaría recibir a ellas. La primera hoja no les hizo caso. Nunca escuchó sus súplicas ni reclamos y, efectivamente, se ...

LA SERPIENTE Y LA SIERRA

Una serpiente entró en un taller de carpintería, al arrastrarse por el suelo, pasó por encima de una sierra quedando ligeramente herida. De un momento a otro, regresó. Y con toda su furia mordió a la sierra ... Al hacerlo, quedó gravemente herida en la boca. Entonces, sin entender lo que estaba sucediendo y pensando que la sierra estaba atacándola, decidió enrollarse alrededor de ella y asfixiarla con su cuerpo, agitándose con todas sus fuerzas. Fue así que, desafortunadamente, la serpiente terminó siendo "víctima" de la sierra. . A veces reaccionamos con ira para herir a aquellos que nos han perjudicado, pero después de todo nos damos cuenta de que realmente nos estamos lastimando a nosotros mismos. En la vida a veces es mejor ignorar situaciones, ignorar a las personas, ignorar sus comportamientos y hasta palabras. Las personas dicen y hacen muchas cosas; pero tú decides si te afectan o no. Muchas veces es mejor NO reaccionar para no sufrir consecuencias que a v...

LA MISIÓN

Había un maestro zen muy anciano cuya vida estaba llegando a su fin. Un día reunió a sus tres discípulos y les encomendó una misión ...  —"Mi vida se acaba y uno de ustedes deberá convertirse en maestro del templo cuando ya no esté ... Mi sucesor será aquel que me traiga el regalo más valioso para poder mantener los gastos del templo". —"¿Y cómo hacemos eso?", preguntó uno de ellos. "La gente del pueblo es muy poco generosa y no nos darán nada". —"No tienen que pedirlo, tienen que cogerlo cuando nadie los vea. En este caso no sería pecado, pues es para un buen fin ... Tienen una semana para cumplir con la misión". A los 7 días los tres jóvenes volvieron al templo. El primero portaba una bolsa repleta de monedas de oro que había robado a un comerciante. El segundo trajo un cofre de piedras preciosas que había extraído de la casa de una doncella  El tercero se presentó con las manos vacías. —"¡Tú serás mi sucesor! Explica el resto ...

EL CIELO

Un hombre, su caballo y su perro, iban por una carretera. Cuando pasaban cerca de un enorme árbol, cayó un rayo y los tres murieron fulminados. Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había abandonado este mundo, y prosiguió su camino con sus dos animales ... A veces, los muertos tardan un tiempo antes de ser conscientes de su nueva condición. La carretera era muy larga, colina arriba, el sol era muy fuerte, estaban sudados y sedientos. En una curva del camino vieron un portal magnífico, todo de mármol, que conducía a una plaza pavimentada con adoquines de oro, en el centro de la cual había una fuente de donde manaba un agua cristalina. El caminante se dirigió al hombre que custodiaba la entrada. —"Buenos días" —"Buenos días", respondió el guardián. —"¿Cómo se llama este lugar tan bonito?" —"Esto es el Cielo". —"Qué bien que hayamos llegado al Cielo, porque estamos sedientos". —"Usted puede entrar y beber tanta agua c...

EL PERRO DE LA MUERTE

En un pequeño pueblo, se alzaba un antiguo hospital envuelto en misterio y tragedia. La leyenda contaba que en la entrada de aquel sombrío edificio aparecía un perro negro de mirada infernal, y aquellos que lo veían estaban destinados a sufrir un destino funesto. Los pacientes ingresados en el hospital, debilitados por enfermedades y esperanzas perdidas, comenzaron a relatar la aparición del perro en sus últimas horas de vida. Sus palabras eran cargadas de temor y desesperación, mencionando al perro siniestro que acechaba en la entrada antes de que la muerte los reclamara. Los relatos de los pacientes desafiaban la lógica, pero sus testimonios eran consistentes. El perro negro, con sus ojos rojos como llamas, era la presencia ominosa que acompañaba su agonía final. Una joven enfermera llamada Isabel, curiosa y valiente, decidió investigar la veracidad de estas historias. Sin dejarse intimidar por el horror que rodeaba al perro de la entrada, se adentró en los pasillos oscur...

LA TELARAÑA

Dicen que una vez un hombre era perseguido por varios malhechores que querían atacarlo ... El hombre estaba asustado así que entró en una cueva. Los malhechores empezaron a buscarlo por todas las cuevas anteriores a la que él se encontraba. Con tal desesperación elevó una oración al Creador: —"Dios Todopoderoso, haz que tus ángeles bajen y tapen la entrada, para que no entren a matarme " En ese momento escuchó a los hombres acercarse a la cueva en la que él se encontraba y vio que apareció una araña. La arañita empezó a tejer una telaraña la entrada y el hombre volvió a elevar otra plegaria, esta vez más angustiado: —"Señor te pedí ángeles, no una araña" Y continuó: —"Señor por favor, con tu mano poderosa coloca un muro fuerte en la entrada para que estos hombres no pueden entrar". Abrió los ojos esperando ver el muro tapando la entrada y observó a la araña que seguía tejiendo su telaraña.  Estaban los malhechores a punto de entrar en la cueva ...

AMOR DE MADRE

―"¿Mamá, puedo ir al paseo con Tomi a la cabaña de los papás de Frani?", preguntó Marcia con tono seguro de que así sería; es que con sus doce años ella ya podía valerse por sí sola, al menos eso pensaba, además Tomi ya tenía diez años y no era un bebé. ―"¿Qué opina tu padre?", preguntó Isabel. ―"Dice que está bien pero que te pregunte a ti", contestó la niña. "Dos semanas en el campo a los niños les haría bien, el contacto con la naturaleza siempre es bueno, sobre todo a esa edad", pensó la madre; además serían dos semanas de descanso para ella también. ―"Está bien, pueden ir, pero se cuidan y no hagan demasiadas travesuras y recuerden respetar la naturaleza", autorizó Isabel. El sábado por la mañana, Frani y su familia pasaban a buscar a Marcia y a Tomi. Isabel se despidió con un beso en la frente a cada uno.  ―"Por favor, llámame por el celular todas las noches", pidió a su hija mayor. ―"Descuida, mamá, yo ...

LA HOJA QUE NO HABÍA CAÍDO EN OTOÑO

Esta era una hoja que no había caído en el día de su otoño como todas las demás y que, por el contrario, se quedó sola en lo alto de la rama de un árbol cuando ya todas las demás, o habían caído, o habían sido llevadas por el viento, o tumbadas por la lluvia, o desprendidas por el frío. Sólo aquella hoja quedaba allá en lo alto, en las desnudas ramas, y ni se desprendía, ni se aflojaba. No se dejaba llevar por ráfagas ni soplos, ni permitía que las lloviznas la ablandaran, ni se dejaba besar por vientecillos, ni tampoco quería caerse al suelo, así nada más por su propio peso como cualquiera otra hoja caduca. Apenas una que otra vez se balanceaba sin ganas por miedo a caerse y hasta habría que decir que en ocasiones se sentía tentada a considerar aquella resistencia suya especial, aquella anormal adherencia, fijeza y duración; como un indicio de quién sabe qué supervivencia extraordinaria le estuviera reservada entre todas las hojas... Por el momento era algo único, en verda...

EL ZAR Y LA CAMISA

Un zar estaba enfermo y dijo: —"Daré la mitad de mi reino a quien me cure". Entonces, se reunieron todos los sabios del lugar y empezaron a discutir como curarlo. Nadie sabía qué hacer ... Hasta que uno de ellos afirmó que podía curar al zar. —"Si se encuentra a un hombre feliz", dijo el sabio ... "Se le debe quitar la camisa y ponerla al zar, así éste, se curará de todo mal". El zar mandó que buscaran a un hombre feliz por todo su reino, pero por mucho que sus emisarios cabalgaran por todos sus territorios, no pudieron encontrarlo. No había ninguno que estuviese satisfecho de todo. Uno era rico, pero estaba enfermo; otro gozaba de buena salud, pero era pobre; otro era rico y gozaba de buena salud, pero su mujer era malvada, o bien sus hijos. Todos tenían algún motivo de queja. Un día, a última hora de la tarde, el hijo del zar pasaba junto a una pequeña casa y oyó a alguien que decía: —"Gracias a Dios he trabajado bastante, he comido cuan...

EL PERRO DEL HORTELANO

Había una vez un hortelano que tenía un enorme perro como guardián de sus cultivos. El can era tan agresivo que ningún ladrón se atrevía a invadir los cercos de los sembríos de su amo ... En agradecimiento, el amo alimentaba muy bien a su fiel perro y éste a cambio se había convertido en un celoso cuidador de las pertenencias del granjero. Como era un perro muy envidioso, luchaba constantemente por el amor de su amo con todos los animales, por eso siempre dormía dentro del establo que estaba ocupado por heno. Cuando el ganado sentía hambre, venía a comer de los pesebres; pero el perro no los dejaba con sus gruñidos y ladridos amenazantes. Cierto día un buey que estaba muy hambriento tras su día de trabajo, se acercó al pesebre del establo para comer un poco de alfalfa, y como era de esperarse, el perro se lo impidió comenzando a ladrar en tono muy grave. El buey, enojado al ver que no le dejaba probar bocado, le recriminó: —"Tonto perro envidioso. Eres un ser vil y per...

LA MALA SUEGRA

Una joven tenía una suegra a quien considerada una mala mujer, la peor de todas. Discutía por cualquier cosa, además de hacerle imposible sus días de estancia en esa casa. Un día va a un pastor y le pregunta qué piensa él de su mala suegra. El pastor le dice que la señora es un demonio y que él también la odia, por eso va a ayudar a matarla para que no interfiera más en sus vidas. Luego le entrega 40 pastillas para que le dé una diaria hasta que muera, lentamente. La nuera regresa a su casa y le da a su suegra la primera pastilla en un café, la segunda, en un postre y así sucesivamente, todos los días sin descansar. A los 10 días de tanta atención por parte de la nuera, la suegra reflexiona ... "¿Por qué discuto tanto con mi nuera? ¿Por qué me porto tan mal con ella, si a cambio, la esposa de mi hijo es tan amable conmigo?" Pasaron las semanas y al día 20 la suegra ya la llamaba "hija". La nuera empezaba a sentir remordimientos y ya no quería darle más p...

LOS SEIS SABIOS CIEGOS Y EL ELEFANTE

En un lejano lugar vivían seis ancianos sabios que no gozaban del don de la vista y empleaban el sentido del tacto para experimentar y conocer las diferentes realidades, seres y objetos del mundo. Ninguno de estos sabios había visto jamás un elefante, y tras conocer que su rey disponía de uno, le solicitaron con humildad poder conocerlo. El monarca decidió concederles su petición y los llevó ante el paquidermo, permitiendo que los ancianos se acercaran y lo tocaran. Los sabios se aproximaron al animal y, uno por uno, tocaron al elefante con el fin de saber cómo era dicho ser. El primero le tocó un colmillo, y consideró que el elefante era liso y agudo cual lanza. El segundo sabio se aproximó y tocó la cola del elefante, respondiendo que en realidad era más bien como una cuerda. El tercero entraría en contacto con la trompa, refiriendo que el animal se parecía más a una serpiente. El cuarto indicaría que los demás debían estar errando, ya que tras tocar la rodilla del elefan...

LA PROPUESTA

A tu abuela le propuse matrimonio con una lata de conservas de frutas. No sabía que ofrecerle, me recibió y me dijo: ′′Podemos compartirlo" Abrió la lata y lo sirvió en porciones para dos y lo comimos. Desde entonces aprendimos a dividir y compartir todo. Nos caímos, nos levantamos y construimos. Todo junto. Hemos vivido momentos difíciles, de cansancio, pero siempre hemos estado el uno para el otro. Hasta el último". —"¡Otros tiempos, abuelo!" —"El tiempo no cambia la forma de amar ... Lo que ha cambiado es que ya no tienes ejemplos bonitos a seguir. Ahora le temen a todo. No se casan por miedo a no poder construir. En cuanto pelean se dejan porque luego creen que van a encontrar uno mejor. Siempre buscan la perfección, como si existiera. Viven tiempos descartables. Extrañan la percepción de la realidad, de la felicidad en las pequeñas cosas. Hacen esa gran demostración con anillos de miles de dólares, un video exagerado para las propuestas de matr...

LA VERDAD y LA PARÁBOLA

Hace mucho tiempo se hallaba la VERDAD por las calles de los pueblos, tratando de hablar con alguien, pero nadie la quería, todos la despreciaban con solamente ver las pobres ropas que llevaba. La VERDAD vestía con harapos, se mostraba tal cual era: Sin lujos, sin pretensiones, tan simple, pura y sencilla como siempre ... Y así trataba de acercarse a la gente, de entrar en sus hogares, pero era despreciada y humillada. Un día la VERDAD caminaba muy triste a tal punto que se puso a llorar por todo lo que padecía, hasta que de repente se encontró a alguien muy alegre, divertido, vestido con colores muy llamativos y elegantes, al cual toda la gente la saludaba ... Era la PARÁBOLA!!! Y cuando vió a la VERDAD, le preguntó: —"VERDAD, ¿Por qué lloras?" La VERDAD respondió: —"La gente me desprecia y me humilla. Nadie me quiere ni me acepta en su casa. Lo único que necesito es un lugar donde refugiarme" La PARÁBOLA le dijo: —"Claro que te entiendo VERDAD; lo...

LA BOLSA DE MONEDAS

Hace algunos años, había en China una familia con sólo una madre y sus hijos. Para mantener la familia, el hijo mayor cultivaba hortalizas y frutas, las cuáles llevaba después al mercado para venderlas por un poco de dinero. Un día, cuando el joven regresaba del mercado, pasó antes por un baño público. Allí, mientras hacía se lava las manos, descubrió una bolsa en un rincón; pero para su sorpresa, cuando la abrió y miró dentro encontró en su interior cincuenta piezas de oro. Al instante pensó que la persona que hubiese perdido la bolsa debía estar muy preocupada y creyó que tal vez las necesitase para pagar algunas urgentes necesidades. Inmediatamente tomó la decisión de esperar algunas horas por si esa persona volvía a buscar la citada bolsa. Esperó hasta que el sol se puso, y entonces vio a un mercader corriendo hacia el lavamanos mientras miraba nerviosamente por todos lados. Al verlo, el joven supuso que estaba buscando algo. Caminó hacia él y le preguntó: —"Señor,...

EL HACHA PERDIDA

Se cuenta que un hombre había perdido su hacha y sospechaba que se la había robado el hijo de su vecino ... Su modo de andar, su manera de hablar, sus acciones, cada uno de sus movimientos y, de hecho, su conducta en general indicaban con claridad que él y no otro, era quien había robado el hacha. Definitivamente todo lo señalaba como el ladrón. Con el tiempo, sin embargo, mientras cavaba en su jardín, el dueño se encontró con el implemento perdido. Al día siguiente, cuando volvió a ver al hijo de su vecino ... Era extraño, pues ya no halló ningún rastro de culpa en sus movimientos, ni en sus acciones, ni siquiera en su conducta en general.                          Julio Trujillo . A través de esta anécdota, el autor intenta explicar cómo el ser humano es capaz de determinarse frente a ideas erróneas y juzgar a alguien sin tener argumentos válidos.

CUATRO PUEBLOS

Había cuatro pueblos en una comarca. En cada pueblo, la gente se moría de hambre. Sin embargo cada uno tenía una bolsa de semillas. En el primer pueblo, nadie sabía para qué podían servir las semillas. Nadie sabía cómo plantarlas. Todo el mundo pasaba hambre. En el segundo pueblo, una persona sabía qué eran las semillas y cómo plantarlas, pero, por alguna razón u otra, buscaba pretextos para no hacer nada al respecto. Todos padecían hambre. En el tercer pueblo, una persona sabía qué eran las semillas y cómo plantarlas. Propuso plantarlas a cambio de ser declarado rey o gobernante. Todos comieron, pero fueron sometidos. En el cuarto pueblo, una persona sabía qué eran las semillas y cómo plantarlas. No sólo la plantó, sino que también enseñó a todos el arte de la jardinería. Todos comieron, y todos fueron libres de labrar su propia suerte.

UN REGALO INUSUAL

Mientras regresaba a casa, encontré a un hombre tirado y malherido a un costado de la carretera. Detuve la camioneta, bajé con temor, me aproximé lentamente y con mi único brazo lo rodeé por la cintura y lo ayudé a subir al asiento delantero. Al colocarle el cinturón de seguridad, noté que tenía heridas profundas en su espalda y que de su nariz y boca salían hilos de sangre. —"¿Qué le pasó, señor?", le pregunté al tiempo que le ofrecía un pañuelo. "¿Lo atropellaron?". —"Perdí mis alas en una pelea, fue un descuido mío ... Me confié". —"¿Pelea? ¿Alas? ¿De qué me habla?" —"Sí, esta vez fue contra un ángel; pero después le explico. Ahora mismo estoy muy agotado". Pensé que el individuo estaba alucinando y por eso ignoré su respuesta. Él tiritaba.  Le ofrecí mi abrigo, él aceptó y cubrió su torso desnudo. —"Lo llevaré al hospital, señor. Esos cortes necesitarán suturarse". —"No quiero ir a un hospital. Sólo necesi...

LA PRINCESA ENAMORADA

Había una vez una princesa que estaba locamente enamorada de un capitán de su guardia y aunque solo tenía 18 años, no tenía ningún otro deseo que casarse con él, aun a costa de lo que pudiera perder. Su padre que tenía fama de sabio no cesaba de decirle: —"No estás preparada para recorrer el camino del amor. El amor es entrega y compromiso. Todavía eres muy joven y a veces caprichosa, si buscas en el amor, el placer, no es este el momento de casarte". —"Pero padre, ¡Sería tan feliz con él, que no me separaría ni un solo instante de su lado. Compartiríamos hasta el más profundo de nuestros sueños". Entonces el rey reflexionó ... "Las prohibiciones hacen crecer el deseo y si le prohíbo que se encuentre con su amado, su deseo por él crecerá aún más". "Además los sabios dicen: Cuando el amor llegue, seguidlo, aunque sus senderos sean arduos y penosos" De modo que al fin dijo a su hija: —"Hija mía, voy a someter a prueba tu amor por e...

EL CASTIGO DEL REY

Hubo una vez un rey que quedó huérfano siendo niño y creció rodeado de militares y consejeros que hicieron de él un rey poderoso y sabio, pero insensible. Por eso nunca le gustaba cuando la gente hablaba con pasión de sus madres. A tal punto llegó su enfado que decidió darles todo el poder. —"Pues si tan buenas son las madres en todo, que gobiernen ellas. ¡A ver cómo lo hacen!". El gobierno entraba en crisis y la noticia fue recibida con gran alegría por todo el mundo, pero resultó ser un fracaso estrepitoso. Las cosas iban tan mal que el rey tuvo que recobrar el mando al poco tiempo. Y cuando pidió a sus consejeros que averiguasen qué había fallado ... Éstos concluyeron que las madres siempre habían dado más importancia a los problemas de sus propios hijos que a los del reino. Y así, llegaban tarde a importantes reuniones cuando sus hijos estaban enfermos, aplazaban los juicios para acudir a recogerlos al colegio, y mil cosas más. Al oírlo, el rey se puso tan fur...

TRES MONJES Y EL DIABLO

El demonio se apareció a tres monjes y les dijo:  —"Si les diera potestad para cambiar algo del pasado, ¿Qué cambiarían?" El primero de ellos, con un gran fervor apostólico respondió: —"Impediría que hicieras caer a Adán y Eva en el pecado para que la humanidad no pudiera apartarse de Dios". El segundo, un hombre lleno de misericordia, le dijo: —"Impediría que tú mismo te apartases de Dios y te condenaras eternamente". El tercero de ellos, era el más simple y en vez de responder al tentador, se puso de rodillas, hizo la señal de la cruz y oró diciendo: —"Señor, libérame de la tentación de lo que pudo ser y no fue".  El diablo, dando un grito aterrador y estremeciéndose de dolor se esfumó.  Los otros dos, sorprendidos, le dijeron:  —"¡Hermano! ¿Por qué has reaccionado así?". Él les respondió: —"Primero: NUNCA debemos dialogar con el enemigo. Segundo: NADIE en el mundo tiene poder para cambiar el pasado.  Tercero: El INTE...

EL TRATO

Había una vez un pueblo que estaba habitado por una diversidad de niños, los cuales eran alegres, amistosos y gentiles; todos ellos convivían en armonía. Pero aquí también vivía Gus, mejor conocido como el "Ratón de los Dientes", quien además de ser muy simpático era el encargado de acudir a casa de los niños para recolectar cada diente que se les iba cayendo. Todas las noches el pequeño ratón cargaba su canasta y salía contento en busca de alguno; ya que una vez caído, cada niño lo colocaba bajo su almohada. Gus, a cambio del diente, dejaba en su lugar una moneda que los niños descubrían al día siguiente ... Digno trabajo lo hacía con mucho gusto, pues lo había heredado gracias a su familia. Los niños siempre guardaban la ilusión de intercambiar sus dientes por una moneda ... Era un buen trato que beneficiaba a las dos partes. Gus se afanaba cada día en su trabajo de buscar dientes, porque los usaba para fabricar utensilios de porcelana que después vendía y de es...

DOS BURROS

Había una vez dos burros, uno cargando sacos de sal y otro, esponjas. Iban rumbo a la ciudad y mientras caminaban, un río les cortó el paso de improviso, impidiéndoles continuar su marcha. Los burros se detuvieron, y pensativos hacían planes sobre cómo cruzar la corriente. El burro que cargaba los sacos de sal, se armó de valor y decidió cruzar el río; pero mientras lo hacía, tropezó con una piedra y fue a dar al agua con su carga. Cuando logró estabilizarse, notó que su carga había disminuido notablemente de peso, y con gran satisfacción pudo avanzar rápidamente hasta la otra orilla. Por otro lado, el burro que cargaba las esponjas, observó dicha escena y la buena suerte de su compañero ... Quiso imitar el mismo suceso y se propuso lanzarse al agua con toda su carga. Sin embargo ni bien entró en el río, sus esponjas se llenaron de agua y aumentó considerablemente su peso, tanto, que le imposibilitaba continuar el recorrido. Desesperado y tratando de avanzar, el burro fue v...

EL CARRETE MÁGICO

Había una vez un pequeño príncipe, inquieto y travieso, que no le gustaba estudiar ni cumplir con las obligaciones que tenía en la corte. Cuando sus padres lo reprendían, se lamentaba diciendo: —“¡Qué ganas tengo de ser grande para hacer todo lo que quiera!”. Un buen día, mientras se encontraba en su cuarto, descubrió junto a la ventana una carrete con hilos de oro. Ante la mirada sorprendida del príncipe, el carrete le habló con voz melodiosa: —“Querido príncipe : He escuchado tus deseos de crecer pronto y te daré una oportunidad. A medida que desenrolles mis hilos, podrás avanzar por los días de tu vida. Pero ten cuidado, pues el hilo que se suelta, no regresa y el tiempo pasado no podrá ser recuperado jamás”. Sin poder resistir su curiosidad, el pequeño príncipe tiró del hilo y al instante, quedó convertido en un joven gallardo y robusto. Con gran entusiasmo, volvió a tirar del hilo mágico y se descubrió con la corona de su padre ... —“¡Soy rey!”, “¡Soy rey!”, exclamaba ...

UN INOLVIDABLE AMOR DE BACHILLERATO

Cuando Mateo atravesaba los jardines del colegio, la mayoría de los estudiantes no podían sino observarlo. Era alto y delgado; el retrato viviente James Dean, aunque más delgado. Llevaba el cabello peinado hacia atrás y sobre la frente. Cuando se enfrascaba en conversaciones intelectuales, sus cejas se arqueaban sobre los ojos. Era cariñoso, considerado y profundo. Jamás hería los sentimientos ajenos. Yo le tenía miedo. Me encontraba a punto de terminar con mi novio, quien era poco inteligente y el típico ejemplar con el cual uno se pelea y se vuelve a arreglar unas treinta veces por puro masoquismo, cuando Mateo se atravesó por mi camino, mientras caminaba por el colegio. Se ofreció a llevarme los libros y me hizo reír nerviosamente una docena de veces. Me cayó bien; me cayó muy bien. Su genial capacidad intelectual me asustaba. Pero al final entendí que estaba más asustada de mí misma que de Mateo. Comenzamos a pasear juntos con mayor frecuencia. Lo miraba se soslayo desd...