Hoy estaba caminando en el supermercado y de repente oí un ruido de cosas rompiéndose. Crucé los pasillos y vi que algunas personas murmuraban en voz baja.
Cuando entré al pasillo donde miraban, vi una escena triste:
Una señora había golpeado con el carrito el estante de platos y vasos y muchos de ellos se habían caído.
Arrodillada, desesperada, juntaba los pedazos mientras que su esposo tomaba los códigos de barra de cada vajilla rota diciendo:
—"¿Ves? Ahora tendrás que pagar todo esto".
Fue una escena triste.
Alguien se equivocó ...
Con este espectáculo todas las miradas eran para la señora.
Cuando me arrodillé junto a ella para explicarle que no se preocupara, vino un joven, se arrodilló junto a nosotros y le dijo:
—"Déjelo, que los de limpieza recojan. Vaya al hospital para que le vean esa herida en su mano".
Ella lo miró, avergonzada y dijo:
—"No. Tengo que juntar esto para pagar.
El joven dijo:
—"Tranquila ... Tenemos un seguro para ese tipo de pérdida, y no tiene que pagar nada". "Vaya, pronto al médico!".
Cuando el joven se levantó, pude ver que tenía la identificación de Gerente del supermercado.
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